Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. (Santiago 4:7)

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Muchos cristianos se quedan detenidos a lo largo del camino de la vida desanimados y deprimidos porque no han aprendido a lidiar con la decepción. Pero no es la voluntad de Dios para ti que vivas hoy o cualquier día una vida decepcionado, deprimido o desanimado.

Parte del ministerio terrenal de Jesús era andar en la unción del Espíritu Santo y liberar a todos aquellos que fueron oprimidos por el diablo. En todas partes las personas decepcionadas encontraron nuevas esperanzas cuando se tropezaron con el poder de Jesús. Este mismo poder está disponible para nosotros hoy.

Usa ese poder para defenderte contra la decepción enfocándote en Dios, meditando en Sus promesas, confesando Su Palabra, y sometiendo tu situación y a ti mismo a Él en oración.

A través de Jesús, puedes luchar contra los intentos del enemigo de aplastarte, reprendiéndolo para que no pueda destruirte.

Cuando el diablo hace un movimiento hacia ti, puedes estar tan conectado espiritualmente con Dios para que puedas discernir lo que está tratando de hacer, enfrentarlo y hacer que huya. Con el poder de Jesús puesto a tu disposición, no tiene más remedio que huir.

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Palabra Diaria: Señor, que los reveses y circunstancias o personas desalentadoras que encuentre en mi camino, no me hagan caer en el vacío de la decepción. Por el contrario ayúdame a encontrar en Tu presencia la fuerza para vencer cada obstáculo y continuar avanzando en Tus maravillosos caminos.