Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)

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JUAN 3:16 Nos dice que Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo como un sacrificio por él.

¡Dios te ama! Eres especial para Él. Dios no te ama porque eres una persona buena o porque haces todo bien. Él te ama porque Él es amor. El amor no es algo que Dios haga, es algo que Él es. Es su naturaleza.

El amor de Dios es puro, y siempre está fluyendo. No se puede ganar o merecer. Tiene que ser recibido por fe.

En Efesios 3:19, Pablo ora que realmente lleguemos a conocer ese amor. Cuando lo hacemos, somos fortalecidos en nuestro ser interior. Cuando estamos fortalecidos interiormente, las dificultades externas no nos pueden vencer.

A menos que no lo hayas recibido, no puedes compartir ese amor con otros. Deja que Dios te ame. Recibe su amor. Báñate en él. Medita en él. Permite que te fortalezca. Y como resultado, lo podrás dar a otros.

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Palabra Diaria: Señor, sé que me amas, me cuidas y me guías por Tus bondadosos caminos, siempre hacia el bien. Hoy recibo Tu amor eterno, para fortalecer mi espíritu y avanzar siempre en Tu Voluntad.