10 de Diciembre: La Persona Plena
Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 8:39)
Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 8:39)
Hoy agradeceré los dones que Dios me ha concedido y los desarrollaré y usaré para glorificarlo.
Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno. (Salmos 139:23-24)
Señor dame fuerzas en mi debilidad. Dame fe cuando tengo temor. Dame poder cuando no tengo fuerzas. Estoy confiando en ti.
Hoy responderé a los que me rodean, con el mismo amor con que Dios, en su gracia, siempre me responde.
El Señor anula los planes de las naciones; frustra las maquinaciones de los pueblos. (Salmos 33:10)
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. (Jeremías 29:11)
Hoy viviré por la verdad de Dios, pues es la forma para obedecerle, agradarle y amarle.
Señor, abre mis ojos y mi corazón a las posibilidades, que pondrás en mi futuro y ayúdame a recordad que nunca es tarde para empezar a gozar de las bendiciones que nos has reservado conforme a Tu voluntad.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7)