21 de Septiembre: Tu Cabeza en Alto
Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza! (Salmos 3:3)
Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza! (Salmos 3:3)
Señor, Te agradezco las riquezas que has derramado en mi vida. Ayúdame a compartirlas para ser instrumento de Tu bondad.
Señor, te pido serenidad para dejar mis peticiones en oración, a la voluntad de tus tiempos y propósitos.
El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón. (Lucas 4:18)
Señor, muéstrame cómo usar los dones maravillosos que me has dado con Tu prudencia y sabiduría, para hacer siempre el bien.
Señor, quiero imitarte, seguir tus pasos y tu ejemplo y convertirme en un modelo que sirva a otros en su desarrollo y crecimiento.
Dad, y se os dará; medida buena, apretada porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. (Lucas 6:38)
Señor, ayúdame a ver el perdón es una opción cuando me hayan lastimado. Por ello te pido que me ayudes cuando elijo perdonar.
Señor, te doy gracias por bendecirme con Tu presencia en cada espacio de mi vida y favorecerme con Tu guía en cada una de mis decisiones.
El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta. (Proverbios 22:7)