Categoría: De Pie En El Señor

Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;

El eterno Dios es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos; El echó de delante de ti al enemigo, Y dijo: Destruye.

Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor

A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente;

Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?

Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte. Escondiste tu rostro, fui turbado.

Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, Ni su brazo los libró; Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en ellos.

Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare; Esto sé, que Dios está por mí.

Tu Dios ha ordenado tu fuerza; Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros.

Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor; Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola.