Palabra:

“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna” (1 Corintios 6:12)

[adinserter name=”Block 2″]

Las restricciones y límites en el mundo actual, son casi inexistentes; se piensa más en términos de los excesos, de vivir el hoy al máximo, como si no hubiera mañana, sin pensar que la vida no es una carrera de velocidad sino de resistencia, de crecimiento continuo, pero constante, de disfrutar con detalle, con detenimiento cada experiencia.

A través de Su Palabra, El Señor labra el camino y siembra en nosotros la sabiduría para discernir y entender los límites que por amor dibuja en nuestra vida: límites en nuestras relaciones, en nuestro trabajo, en nuestras finanzas, en nuestras reacciones, en nuestras luchas. Esos límites son trazados en los planes de bien que tiene para nuestras vidas, porque Él sabe lo que es mejor, lo que es conveniente para cada uno de nosotros.

Cuando las tentaciones nos llamen a quebrar esas líneas que por amor Dios nos ha trazado, recordemos que contamos con su fuerza y su protección para librarnos del mal, sabiendo que no hay poder que supere tal protección. Por fe somos fuertes en la debilidad, por fe, junto al Señor, somos obedientes a sus límites y podemos vencer cualquier distracción que intente a alejarnos de Su maravilloso camino.

[adinserter name=”Block 3″]

Oración:

Señor, que la conciencia que siembras en mi cada día a través de Tu Palabra, se haga fuerte para respetar aquellos límites que en Tu amor y misericordia nos trazas, y para resistir ante las tentaciones, luchas y pruebas que el mal levante contra mí. Amén.