Palabra:
“Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12)
Uno de los desafíos al que nos llama Dios, cuando decidimos caminar junto a Él, es abrirle nuestro corazón. No importa si hay oscuridad allí adentro, si hay intranquilidad, si hay angustia, si hay rencor, si hay frustración; El Señor conoce como cambiar y transformar la vida de aquellos que con fe lo buscan.
Hoy es un día perfecto para adorar a Dios y decirle: “Tuyo es mi corazón Señor, quita de él toda oscuridad y llénalo de tu luz” Si tenemos la disposición y perseveramos constantes en nuestra fe, El Señor comenzará a hacer cosas grandiosas que no imaginábamos; comenzará a cambiar lo invariable.
Recuerda que Dios es creativo, da orden al caos y es el único capaz de alumbrar con su brillo aquellos espacios donde antes había tinieblas.
Abre hoy tu corazón a la luz de Dios.
Oración:
Señor, toma hoy mi corazón y llena esos espacios oscuros, de miedo, de angustia, de dudas, con la luz de Tu amor, cuidado, misericordia y protección. Se que junto a Tí, no hay razones para temer, sino para triunfar. Amén.